Según el Estudio de Reputación Corporativa 2022 de Ipsos e INC Consultores, el 58% de los chilenos valora que las empresas tengan una postura pública frente a temas sociales.
Si bien el estallido social y la pandemia marcaron el momento más bajo en la reputación de las empresas chilenas frente a la ciudadanía, lo cierto que esta es una tendencia a nivel mundial que viene gestándose desde hace varios años.
Las personas no solo esperan que las empresas ofrezcan productos y servicios de calidad, sino también que ayuden en la construcción de un mundo mejor para sus comunidades. El compromiso social ya no es una opción, sino que un factor necesario para conectarse con sus públicos.
Cabe destacar que en Latinoamérica aún existen dudas respecto de si es bueno o no tomar una posición frente a ciertos temas de interés social. Muchos consideran que no deberían hacerlo porque podría verse como una acción oportunista ¿Qué podemos hacer al respecto entonces?
Un elemento importante para considerar es que tomar partido no es lo mismo que tener una posición. Efectivamente, las empresas no deberían entrar en debates políticos con la autoridad. Esa es una labor que la Sociedad Civil realiza muy bien y de lo cual podemos hablar en otra columna.
Lo que sí pueden tener las empresas es un punto de vista respecto de materias como inclusión, medioambiente o género y cómo esto las define en relación con las sociedades donde están insertas. Un ejemplo de ello fue la campaña impulsada por Microsoft y otras empresas en favor del matrimonio igualitario denominada “Si, quiero”.
En su momento la compañía señaló que su apoyo a esta iniciativa se anclaba en sus valores corporativos de diversidad, inclusión, respeto y no discriminación: “Lo hacemos porque es lo correcto, y más aún porque son valores que conducen a empresas y sociedades más sólidas y sustentables”.
Esto nos hace volver a una reflexión que como IDCo ya tuvimos en un webinar que realizamos el año pasado ¿Cómo el propósito y los valores corporativos de las empresas adquieren un sentido relevante en las interacciones que tienen con sus públicos de interés?
La pregunta entonces es ¿Vale la pena tener una posición frente a temas sociales? La respuesta pareciera ser que sí, o de otra forma transitarán por un carril diferente al de sus consumidores y perderán relevancia.